#ElPerúQueQueremos

En defensa del causita

Publicado: 2012-04-25

Los ecos de una reforma importante en el sistema de transporte de Lima Metropolitana cada vez son más fuertes. Sobre todo a raíz de la promulgación en nuestro diario oficial "El Peruano" de la Ordenanza Municipal 1599, que establece condiciones para concursar por las concesiones de rutas y regula los servicios prestados por las empresas de transporte, así como las sanciones aplicables a aquellas que no las cumplan. Estas modificaciones se hacen necesarias en un contexto como el nuestro, con un sistema de transporte ya prácticamente colapsado, tanto formalmente (excesivo número de vehículos frente a limitada cantidad de rutas concesionables) como -¿cómo decirlo?- cotidianamente, con una ciudadanía harta del mal rato que debe pasar, casi sin excepción, cada vez que sube a una combi. ¿No lo cree? Haga una prueba: pregunte a cualquier fortuito pasante, a cualquier random peaton (me gusta cómo suena en inglés), qué opina del transporte público; puede ser incluso un poco más específico y preguntarle sobre la relación que mantiene con nuestros queridos artífices de la circulación vial pública en esta gris y congestionada Lima: los choferes y cobradores. Será difícil encontrar a alguien que no utilice adjetivos peyorativos al responderle.

La ordenanza -que puede ser vista aquí, o sea, en el portal de Transparencia de la web de la Municipalidad de Lima-, como dije, ya ha sido publicada en el diario oficial; sin embargo, lo preceptuado por ella regirá a partir de julio del presente año, mes en que realmente seremos testigos de un cambio positivo para nuestra ciudad, y podremos catalogarlo, Dios mediante, como un éxito.

Las disposiciones ya han sido ampliamente expuestas, debatidas, bendecidas y renegadas en los medios de comunicación. Me ocuparé brevemente de algunas, las que considero las más importantes, y quienes quieran más información pues ya tienen el link (el documento se pone sabroso a partir de la página 20, y realmente taipá entre las págs. 30 y 40):

1) Planilla para los causitas.

Esto ya había sido prescrito, hace poco, por el nuevo reglamento de transporte urbano. Aunque muchos crean que son lo peor del sistema (y no pierden ocasión para recordárselos, algunos hasta con estúpidos comentarios racistas que abundan, lastimosamente, en las redes sociales), los choferes y cobradores son personas sufridas.

1. adj. Que sufre con resignación. (RAE)

Nunca una definición fue más certera. La falta de tacto, esa rudeza que caracteriza a nuestros causitas de las combis, son producto de una profunda indiferencia que tuvo el sistema contra ellos. Muchos ignoran que la gran mayoría de ellos no están en planilla. En otras palabras, no cuentan con los beneficios -seguro social, sueldo mínimo, CTS, pensión, entre otros- que sí tienes tú, aburguesado empresario que los choleas sin el más mínimo decoro.

Hasta ahora, el ingreso de los cobradores y choferes no es fijo. El proceso es el siguiente: las rutas, que son propiedad de todos nosotros, son administradas por la Municipalidad de Lima, la cual hace concesiones, vía concurso, a las diversas empresas de transporte solicitantes; muchas de las empresas ganadoras no cuentan -en serio- con vehículos propios, sino que contratan a propietarios con vehículos que puedan ser utilizados como combis; estos, a su vez, consiguen cobradores y choferes para que llenen los vehículos de pasajeros y, por consiguiente, de plata. El dinero conseguido con el sudor de sus frentes (y el de todas las nuestras, puesto que da bastante calor viajar apretujados) es repartido en proporciones fijas en orden ascedente: los causitas le pagan religiosamente al propietario un monto X, este hace lo propio con la empresa de transporte, y esta, finalmente, paga un monto Z a la Municipalidad de Lima. ¿Qué reciben nuestros causitas, chéveres parias de un sistema hecho por lobos? Lo que sobra, que nunca es un monto fijo (por el mismo hecho, como mencioné, de no estar en planilla). Podríamos llamarlo las sobras del almuerzo, pero sería muy fuerte.  Aumenten a eso la excesiva cantidad de combis en las calles de Lima y ¿qué tienen? Una sangrienta guerra por el pasajero. ¡Qué suerte tienes, feo! ¡Por fin alguien se pelea por ti!

Poca gente conoce esto, y el resto poco hace por enterarse. Pero la información está ahí, abierta al público, y si necesitan right now algo de ella les recomiendo con fruición el contundente libro de Claudia Bielich: "La guerra del centavo". Pueden verlo aquí (si lo descargas, ten en cuenta a la autora y consérvalo por no más de veinticuatro (24) horas, pe.

Pues bien, la ordenanza exige la inclusión de todos sus trabajadores a planilla. El dispositivo legal reza:

"De conformidad con las condiciones de permanencia exigidas en la presente Ordenanza, las personas jurídicas solicitantes, adicionalmente deberán presentar una carta de compromiso de contratación directa e inclusión a planilla de los conductores y cobradores conforme con lo establecido en la normativa laboral vigente, la cual deberá ser cumplida luego de otorgada la autorización".

También La República lo anunció hace unos días. ¡Estamos contigo, causita! ¡Los derechos laborales son para todos!

2) Restricciones a los causitas.

No he tratado en ningún momento de justificar la mala actitud de los causitas, solo he pedido, a nombre de ellos acaso, un poquito más de comprensión. Además, la ordenanza, como explicaré a continuación, también ha dejado las reglas de juego bien claras para nuestros amigos choferes y cobradores, sobre todo para estos últimos, puesto que ya no podrán llamar pasajeros a viva voz. Tampoco podrán escuchar su musiquita. Esto, aunque algo duro a primera vista, considero importante y positivo ya que Lima, de por sí, es excesivamente ruidosa. ¿Acaso alguien quiere escuchar algo que no le gusta a todo volumen mientras va a trabajar? Y súmenle a eso el loco ruido del claxon, los gritos del cobrador y los achaques del motor desgastado. Locurón. Lima, pues, debe ser una ciudad tranquila, y en ese sentido esta disposición municipal me parece muy saludable. Por otro lado, con el ingreso a planilla la necesidad de tener la combi repleta se vuelve secundaria, porque una porción fija y asegurada de la torta -el sueldo mínimo- será designada a nuestros causitas.

Se prohíbe también la ingesta de bebidas espirituosas tanto de pasajeros como de cobradores y choferes, el no recoger a pasajeros discapacitados o de tarifa especial (escolares, universitarios, policías, etc), la circulación por vías restringidas, la agresión física o verbal a las autoridades que los intervengan, etc. La lista es larga, pero una cosa más sí digo:  el artículo que permite a los invidentes poder viajar llevando a sus "perros-guías" es una victoria para la inclusión social.

Periodismo en línea tiene una breve noticia al respecto.

3) Pa' todos hay: ¡el Bus Patrón será una realidad!

Bus patrón.- Es aquel modelo y tipo de vehículo utilizado para la prestación del servicio de

transporte público regular de personas en Lima Metropolitana que tiene características técnicas, mecánicas y electrónicas definidas por la Municipalidad Metropolitana de Lima. (Fuente: Ordenanza 1599)

El dispositivo legal de la municipalidad también prevé la inclusión de buses patrones en la flota de todas las empresas incursas en el concurso por la concesión de rutas (en extensión, también para las ya vigentes).  Para los interesados, los requisitos técnicos y las características se encuentran en el artículo 26 del documento. Copio el cuadro:

Fuente: Ordenanza 1599 - MunLima

Muchas cosas más son prescritas por la ordenanza. Repito: los medios ya se ocuparon de ellas. El objetivo de este artículo está más orientado a repensar la relación pasajero, chofer y cobrador que a ser una mera herramienta informativa. Nuestros causitas hacen lo que hacen por sobrevivir, porque muchos tienen hijos y no quieren ver a sus chamacos como cobradores, les desean un futuro mejor, lo que ellos no tuvieron tal vez -seamos honestos- por desidia en muchos casos, pero en otros porque simplemente la mano invisible del mercado les sacó el dedo medio. Sea cual sea el caso, le invito a reflexionar un poco y tratar de evitar grescas con los amigos del volante. No lo vea como un golpe a su orgullo, sino como una ayuda a gente que no tuvo las mismas oportunidades que usted, a gente que no tuvo una educación de calidad, y que salió adelante por sus propios medios, a gente que sonríe como usted, que quizás comparta su visión de la política, a gente que acaso odie a Cipriani tanto como usted, a gente que -claro que sí- también debe cambiar y recuperar sus modales, pero cuya áspera actitud no es enteramente su culpa. Después de todo, ¿quién puede reír con hambre?

Respire profundamente y vaya a su trabajo relajado. No permita que la caótica Lima embote su ánimo. "Sea cortés, edúquese lo más que pueda, respete para que lo respeten y que Dios nos ampare", dice la popular doctora Polo. Repítase a sí mismo, que ningún sistema en esas condiciones podrá sobrevivir por mucho, y recuerde que vientos de cambios soplan en una Lima conquistada por los pobres, cuyos reclamos, legítimos como la vida misma, empiezan a ser tomados en cuenta tanto como lo suyos propios. Porque la política verdadera no es estar ciegamente con los pobres, ni respingar la nariz cuando la panza ruge, sino articular los intereses de todos, todititos. Usted y los causitas son iguales, y no debe serlo sólo ante los ojos de Dios, sino ante los ojos de todos los limeños insensatos que se creen un poquito más porque simplemente tienen qué comer. País de lobos, como dije. Esperemos que esta ordenanza nos ayude. Julio dirá.

Finalmente, espero la pronta modificación de la Ley 26271, promulgada durante el aciago Fujimorato, sobre las tarifas del transporte público. ¿Sabías que está estipulado que el pasaje universitaria no debe exceder el 50% del pasaje adulto (de allí el popular nombre de "pasaje medio"). Esto, claro está, no se cumple. Sin embargo, ya es tema de otro post, puesto que le compete principalmente al Poder Legislativo. ¿Será mucho pedir? Pues, como pintó Juan Javier Salazar alguna vez, el Perú realmente es un país del mañana, pero no precisamente en el sentido de modernización...


Escrito por

Juan Velazco

Incompetente en todas las materias del mercado. Pájaro de una sola pluma.


Publicado en

AFASIA

Y un poquito de astenia